La mágica Riviera Maya es una hermosa franja costanera, localizada al sur de México, en la Península de Yucatán, que separa al Golfo de México del Mar Caribe. Esta región es una mezcla de paisajes; que ofrecen extraordinarias playas, provistas de finas y blancas arenas, que se entrelazan con rocas coralinas y con aguas transparentes. Posee también exuberantes lagunas y manglares, en arrecifes de coral, con un sistema de ríos y grutas subterráneas que dan lugar a Cenotes, donde el visitante puede nadar o bucear. Igualmente tiene una enorme selva tropical que alberga una abundante flora y fauna muy diversa y exótica. Sin lugar a dudas, la Riviera Maya representa un paraíso terrenal, expresado no solo en sus paisajes naturales y sitios turísticos emblemáticos, sino por la presencia viva y latente de la cultura maya indicada por las tradiciones y costumbres de sus pobladores.
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Reserva de la Biósfera Sian Kaan (Puerta del Cielo)
Es el espacio natural protegido, más grande del Caribe. Se encuentra al sur del Yacimiento Maya Tulum, en el estado de Quintana Roo. Fue declarado Patrimonio Natural, por la Unesco en 1987, dada su riqueza natural de fauna y flora. El paisaje es variado, contrastan tranquilas playas semivírgenes con hermosos manglares de la laguna, abigarradas de vegetación en constante crecimiento, gracias al agua dulce que brota de los manantiales. De la misma manera pernoctan un sinfín de aves y otros animales, como cocodrilos, pumas, jaguares, monos, tortugas, etc.
Chichén Itzá (Boca del Pozo)
El magnífico centro ceremonial es el emplazamiento maya más famoso, espectacular y, por lo tanto, más visitado de México. Por eso es uno de los imprescindibles de la Riviera Maya. Si tenemos la suerte de poderlo visitar a partir del 21 de marzo o del 21 de septiembre (equinoccio de primavera u otoño), quedaremos extasiados ante la ubicación del Templo Kukulkán, ya que el juego de luces y sombras en el atardecer, crea un embrujo de movimientos (que representa al antiguo líder y deidad Kukulcan), que durante 34 minutos baja los peldaños para luego desaparecer de la tierra. Chichén Itzá, son kilómetros cuadrados de selva, vestigio importante de la civilización maya, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1988 por la UNESCO.
Ruinas de Tulum (Muralla)
Es un recinto arqueológico muy famoso por su significado. Se encuentra en un risco, como vigilando el Mar Caribe. Su importancia se debió a que representaba un enclave comercial que ofrecía refugio a los navegantes, con una admirable conexión hacia Centroamérica y al Golfo de México. El recorrido por la zona nos indica la utilidad que tuvo para sus habitantes del lugar; algunos espacios fueron de uso religioso, otros administrativos o políticos y otros de utilidad habitacional. También se puede visitar al pueblo de Tulum y el mercado o Tianguis orgánico y natural de Tulum, que ofrece unas buenas compras de productos del lugar, como frutas y verduras orgánicas, miel y otros productos artesanales.
Hotel Hacienda Katanchel
En una hacienda del siglo XVII, magníficamente restaurada. Katanchel, significa: ¿dónde se pregunta al arco del cielo?, una referencia maya a la Vía Láctea, que confirma que este emplazamiento era un antiguo observatorio astronómico. En la actualidad es un santuario de fauna exótica con una prolífica población de aves, uno de los mayores atractivos del hotel. Su estratégica ubicación ofrece más de una docena de destinos, para organizar excursiones de un día, como ruinas mayas poco conocidas, ciudades coloniales y parajes naturales.
Playa Paraíso
Es increíblemente bella, amplia, rodeada de palmeras. Su arena blanca y suave, con un apacible oleaje azul. Es un auténtico paraíso terrenal. Se pueden conseguir diversos servicios para el visitante, equipos de snorkel, excelente gastronomía, en los restaurantes y hoteles o clubes de la playa. También se encuentran otros entretenimientos en los alrededores, como los Cenotes, que son pozos de agua de manantiales, con cierta profundidad e interconectados por túneles subterráneos.
Para los habitantes prehispánicos, este territorio no era solo una fuente de agua y otros recursos naturales, sino espacios sagrados en los que se celebraban rituales, por lo que se han conseguido restos arqueológicos que nos hablan de costumbres y forma de vida de esa antigua civilización.