Tener una Tortuga, preferiblemente de tierra, como mascota, es ideal para las personas que disponen de casas con áreas de jardín y niños amantes de los animales a quienes podamos encargar de su cuidado y alimentación.
Porque estos animales, tan interesantes, pacientes y sigilosos, son muy fáciles de cuidar y proporcionan un aprendizaje fabuloso mediante la observación y análisis de su comportamiento.
La sabiduría de las tortugas
Saben cómo protegerse ante el peligro, cuándo es apropiado movilizarse, su serenidad y paciencia no significa retardo sino andar a paso seguro hacia metas definidas, de allí quizás, uno de los atributos que le permiten su longevidad.
Ellas saben identificar al hogar al que pertenecen y a apreciar a sus dueños, pueden desaparecer por días, pero siempre regresan a casa.
Para cuidar en forma apropiada a esta mascota, ante todo necesitas saber a cuál especie pertenece, porque cada una tiene características diferentes en cuanto a tamaño, tipo de ambiente donde se desenvuelve, tipo de alimentación y costumbres o comportamiento.
¿Cómo cuidar de ellas?
Nunca será igual el hábitat requerido por una Tortuga acuática, al necesario para mantener con nosotros a una terrestre, por ejemplo.
Sin embargo, en ambos casos los cuidados son perfectamente factibles para considerarlas como Mascotas ideales para incorporarse a nuestro grupo familiar.
Una de las ventajas es que podemos volcar todo nuestro cariño en ellas, porque serán nuestras consentidas por muchísimos años, debido a que son los animales más longevos, con un promedio de vida superior a cualquier otro compañero de fauna doméstico.
Cuando hablamos de una casa con jardín, como lugar apropiado para su permanencia es porque a ellas les encanta vivir en los patios con césped y disfrutar del sol y la brisa natural.
Sin embargo, si vives en un departamento también tienes la posibilidad de tener una bella mascota como compañera en tu hogar porque solamente tienes que dejarla transitar libremente por los espacios y que no les falte una cajita apropiada para cuando desee resguardarse.
En esta cajita o recinto no debe faltarles agua suficiente para beber y algún deposito contentivo de tierra donde puedan jugar
En cuanto a las comidas, ellas poseen un metabolismo lento, propio de los reptiles, por lo cual no requieren de alimentación constante, a veces suelen pasar días sin comer pero eso si, no pueden dejar de tomar agua.
Las tortugas, son muy sociables y pacientes, pero pueden molestarse y sufrir de estrés si algo no les agrada, como por ejemplo cuando se disgustan porque las alzamos del piso y las mantenemos en el aire o sobre la palma de nuestra mano.
Ella mostrará su molestia escondiendo sus patas y su cabeza en su caparazón, porque probablemente este protegiéndose de alguna caída inesperada, la cual le puede ocasionar daños que ella no nos podrá comunicar.
Este último punto nos lleva a recordar la importancia de, ante cualquier duda sobre el estado de salud de nuestra apreciada compañera, acudir prontamente a la consulta del veterinario; tomando en cuenta que elegimos a una mascota poco tradicional.