La psiconutrición consiste en utilizar el poder de la mente para conseguir una alimentación sana y, al mismo tiempo, sentirse mejor con nosotros mismos desde el punto de vista mental y físico. En la práctica, existen pequeños trucos que dependen de su fuerza mental, que puede ser entrenada para lograr sus objetivos con el tiempo.
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Empieza con calma, nada de locuras
Muchas dietas requieren grandes cortes calóricos, ingestión solo de proteínas y líquidos y otras formas de dieta que son muy agresivas para el organismo. ¿Por qué? Porque si cortan la dieta de algunos nutrientes esenciales y el cuerpo se resiente de ello de dos formas negativas: usted comienza a sentirse cansada, más a menudo por falta de energía y el propio cuerpo vemos la ingesta de menos calorías comienza a ahorrar calorías y quemar las más lentamente. Después de unas semanas de esta dieta, no solo su efecto empieza a desaparecer, sino que se siente más cansado.
Cambie la forma de ver ciertos alimentos
Las frutas y verduras no deben considerarse alimentos dietéticos, sino alimentos saludables para su vida diaria y su salud a largo plazo. Hay docenas de frutas, verduras y vegetales diferentes, así que no comas los que no te gustan. Busque alternativas o formas diferentes de cocinarlas o integrarlas en su dieta. La clave de la psiconutrición es adaptar los hábitos para no crear resistencias mentales a nuestros objetivos.
Evite las tentaciones
Si está a dieta o evitando ciertos tipos de alimentos, es importante que no los tenga en su casa. Es difícil abrir el refrigerador, ver un dulce y decidir no comerlo; mucho más fácil es ni siquiera tener que verlo. Aquí puede y debe pedir la colaboración de su familia, para que eviten los dulces al menos cerca de usted. En los supermercados intente no entrar en los pasillos de los dulces.
Mastique lentamente
Los científicos ya han descubierto que durante la masticación se transmite al cerebro la información de que la persona se está saciando, reduciendo así la voluntad de comer durante la comida. La psiconutrición enseña que masticar bien los alimentos no sólo hará que coma menos, sino que también ayudará a aprovechar mejor los nutrientes facilitando la digestión.
Resiste la dictadura de la báscula
Una vez que empiece una dieta, no empiece a pesarse a diario. Los cambios de peso no ocurren de la noche a la mañana, y el lento progreso puede ser desmotivador, y también aquí es donde la psicología entra en este método de la psiconutrición. También hay días en los que el organismo tarda más en hacer la digestión en liberar líquidos, lo que puede dar la impresión de que incluso el aumento de peso en un día determinado. Pesarse cada 15 días es más que suficiente para seguir su progreso.
Quítate la dieta de la cabeza
No hay nada peor que pensar que estamos a dieta y los sacrificios que podemos tener que hacer. Por eso es importante mantener la mente ocupada con otras actividades para pensar en la dieta lo menos posible.