
Florencia es una ciudad situada al norte de Italia. Está ubicada a orillas del río Arno, y es considerada una ciudad museo, por sus riquezas arquitectónicas y artísticas. De Florencia hay tanto que decir, que contar y que mostrar. Por ejemplo, que es la ciudad cuna del Renacimiento, escenario de la rivalidad entre güelfos y gibelinos, centro de la cultura de Lorenzo el Magnífico, la patria de Dante, Bocaccio y Maquiavelo. Florencia es una ciudad orgullosa e imponente, poseedora de calles revestidas con torres medievales, cafés históricos y palacios con formas de fortalezas. Si cumplimos el gran sueño de conocerla, aquí le proponemos seis lugares, que resultan imprescindibles de visitar en esta hermosa ciudad.
Gallería Dell Academia
Fue fundada en 1784 como una academia para artistas. Desde 1873 alberga al famoso David de Miguel Ángel, el original, ya que en la ciudad se pueden conseguir varias copias. Este monumento sorprende por sus dimensiones y extraordinaria belleza, está tallado en mármol de desecho, desde que el artista contaba con 29 años. Además, se exhibe el San Mateo y los cuatro inacabados Prisioneros, del mismo Miguel Ángel, con sus siluetas luchando por liberarse del mármol que los envuelve. ¡Es realmente grandioso y sublime!
Iglesia de Santa Croce
Construida por los franciscanos, entre 1294 y 1442, pero con una fachada del siglo XIX. Está cubierta de frescos del siglo XIV y tumbas de famosos florentinos como Miguel Ángel, Rossini, Maquiavelo y Galileo, así como un monumento a la memoria de Dante, y un escenario muy emblemático para honrar la reminiscencia de representantes de la cultura florentina en general.
IL Duomo, La Catedral de Santa María de Fiori
Fue creada originalmente en 1296, por varios arquitectos, que desafiaron enormes obstáculos para diseñar, lo que es el logro principal de la arquitectura renacentista. Consagrada en 1436, muestra con orgullo la cúpula octogonal de Filippo Brunelleschi, auténtico símbolo de Florencia. En su interior se encuentra un enorme fresco del Juicio Final de Vasari y Federico Zuccari. Vidrieras de Ghiberti y el enorme reloj en la entrada de Paolo Uccello. Para completar el recorrido se puede visitar otros dos monumentos de la Piazza: el baptisterio, con sus famosas Puertas del Paraíso de bronce, realizadas por Ghiberti y la delgada torre del campanario de Giotto, con vistas espectaculares de la ciudad, desde lo alto de sus 414 escalones.
IL Ponte Vecchio
Es el puente más viejo y famoso sobre el río Arno, construido en 1345 por Taddeo Gaddi. Sus clásicas tiendas fueron ocupadas por carniceros, hasta que los Duques de Médicis lo objetaron, por su hedor y los sustituyeron por talleres de orfebrería de oro y plata que, aún se mantienen.
Museo de Bargello
Es un palacio gótico construido como arsenal y fortaleza en 1255, que sirvió después como recinto administrativo y cárcel antes de ser transformado en museo, en 1965. Hoy resguarda la mayor colección de esculturas renacentistas de Florencia. También posee una colección de armas medievales, alfombras orientales, esculturas de marfil y porcelanas del siglo XVI.
Capillas de los Médicis
Que forman parte del monumental complejo de San Lorenzo. Fueron el primer proyecto arquitectónico de Miguel Ángel, diseñadas para conservar los restos de Lorenzo El Magnífico y otros, aunque, extrañamente no fueron completadas y los restos de Lorenzo El Magnífico y su hermano reposan en una sencilla tumba frente al altar. También descansan los restos de los monarcas de Médicis, que gobernaron hasta 1737. Las Capillas son famosas por las alegóricas estatuas reclinadas de la figura femenina del amanecer y la masculina del anochecer.
Florencia, llena de cultura, belleza e historia nos transporta a épocas medievales inimaginables. Antes de dejar la ciudad, se puede pasear por el Mercato San Lorenzo, el mejor de Italia. Consta de cientos de puestos surtidos, ideales para la compra de suvenires, que no se pueden olvidar antes de volver a casa. O el Mercato Nuovo, donde conseguirás muchos objetos, recuerdos, etc., que captaran su interés pero, sobre todo, deténgase a frotar la nariz de porcellino de latón (jabalí), cuya leyenda dice que garantiza un pronto regreso a Florencia.