Todo en exceso no es bueno y en este caso los rayos solares aunque son una fuente de bienestar y salud para nuestro organismo afectan de manera directa a nuestra piel cuando nos exponemos demasiado ante el sol, consecuencia de esto suelen aparecer las manchas cutáneas, la producción de cáncer de piel, arrugas, incluso puede causar dificultades en los ojos. El bronceado es uno de los errores que comete el ser humano cuando va a la playa o a cualquier lugar que tome sol excesivamente, ya que los rayos ultravioletas penetran en las células y estas son quemadas o dañadas debido al efecto del sol. La exposición inadecuada del sol causa múltiples infecciones a la población pero a pesar de eso la verdadera problemática viene desde la falta de conciencia, ya que si existiera la educación adecuada sobre ello no existiría un índice de 90% de cáncer de piel.
Para minimizar estos riesgos existen diversos métodos de prevención:
1) Principalmente utilizar un protector solar adecuado a tu tipo de piel.
2) Utilizar ropa protectora, gafas de sol, sombreros (cualquier accesorio o atuendo que te proteja).
3) Evitar las camas bronceadoras.
4) Tomar líquidos hidratantes (agua y zumos) para evitar la deshidratación y así compensar nuestros fluidos perdidos (sudor).
5) Es recomendable que durante el embarazo sea menor la toma de sol y utilizar protectores con alto rendimiento de químicos.
6) No utilizar perfumes o desodorantes, ya que aumentan el nivel de quemaduras.
7) No tomar sol luego de haberse depilado.
Es muy importante saber que:
La protección solar en niños es esencial para que el nivel de consecuencias en la adultez no sea mayor.
Consultar a un dermatólogo que analice tu piel e indique lo que necesitas para aplicar medidas de prevención.
Aunque este nublado la utilidad del protector solar es fundamental.
Entre el medio día y las 4 de la tarde el sol tiende a ser más fuerte de manera que incrementa su nivel de infección.